A pesar de que las sociedades humanas se han desarrollado de maneras extremadamente distintas, todas han compartido una percepción del mundo que incluye una dimensión espiritual. Las tradiciones mágicas y religiosas han buscado explicar el orden universal y comprender nuestros orígenes en la Tierra, así como nuestro eventual destino hacia algún tipo de vida después de la muerte. Han buscado también dominar las enegías del mundo natural, ayudar a los quehaceres humanos y proveer protección de la violencia elemental de un universo en el cual nuestra supervivencia en ocasiones parece frágil e incierta.
La comunicación con el mundo espiritual ha sido canalizada tradicionalmente a través de ciertos individuos como chamanes, sacerdotes, brujas y magos que han desarrollado, o han nacido con, la habilidad de cruzar la frontera entre el mundo material y el espiritual. Sus habilidades a menudo los han apartado del resto de la población, colocándolos en una posición ambigua en la que han sido reverenciados por sus poderes y a la vez temidos por su diferencia con el resto de las gentes; buscados para prestar ayuda, pero excluidos por la sociedad. Al mismo tiempo, nuestro deseo fundamental por entender los misterios de la magia y del mundo invisible ha sostenido nuestra fascinación hacia sus prácticas.
Nuestros primeros ancestros debieron poseer un conocimiento íntimo sobre las características del mundo que los rodeaba: la salida y puesta del sol, el movimmiento de la luna a través de los cielos, los cambios de las estaciones y detalles sobre las plantas y animales. Ellos dependían de este conocimeinto para su supervivencia, resultaba una cuestión de vida o muerte. Realmente no tenemos todas las respuestas acerca de las creenccias de los primeros humanos. Todo lo que podemos hacer es observar la evidencia dejada en artefactos culturales, como por las pinturas rupestres encontradas en cavernas, para intentar imaginar el modo de vida de estos primeros pobladores y de esta manera establecer inferencias de manera informada. Las primeras formas de espiritualidad probablemente surgieron a través de la interacción humana con su grupo social y a través de relaciones con su entorno; quizás ciertos rituales fueron ejecutados con el fin de conocer los lugares donde se encontraban los animales necesarios para la subsistencia o para curar a algún enfermo. Podemos imaginar que ciertos rituales emergieron como una forma de compartir la alegría provocada por el nacimiento de un bebé, o para expresar tristeza ante un fallecimiento.
Los seres humanos modernos, o
Homo Sapiens, no fueron los primeros homínidos en tener grupos sociales complejos: los Neandertales fueron una especie sofisticada en paralelo, quienes enterraron a sus muertos con flores, decoraciones y objetos en sus tumbas, posiblemente como preparación para la otra vida. El rasgo principal que compartimos con ellos esla habilidad de crear orden a partir de nuestras experiencias. Nuestros cerebros son capaces de cuestionar, experimentar y buscar respuestas a las preguntas esenciales sobre la vida y la muerte. La habilidad de cuestionar, de reflexionar, de representar nuestras experiencias de manera simbólica, son partes del proceso de creación de signifiicado a partir de nuestras experiencias. Las creencias espiriituales y la magia también forman parte de este proceso.
La espiritualidad para los primeros humanos estuvo asociada probablemente con mantener a un grupo social o tribu unida, curando a los enfermos y controlando la naturaleza. Concernía a lo que hoy describiríamos como magia, aunque más tarde fuera formalizada con textos sagrados y llamada religión. De todas maneras, magia y religión son categorías que resultan difíciles de mantener, tando así que durante gran parte de la historia humana y a lo largo del mundo y en diversas culturas lla separación simplemente no existe.
La creencia en el plano espiritual es la también la fundación ideológica de la brujería - las brujas habitan un universo en el cual poderes y fuerzas pueden ser dirigidos hacia el bien o hacia el mal. Las definiciones de brujería, al igual que las de magia y religión, cambian de sociedad en sociedad y a través del paso del tiempo. Lo que es llamado brujería an Africa es muy distinto para las sociedades Euopeas, por ejemplo.
En Europa, y más adelante en Latinoamérica, como consecuencia de la influencia europea, la iglesia católica jugó un papel importantísimo en la creación de estereotipo de la "bruja maléfica", en la cual mujeres comunes, y en menor medida también hombres, fueron juzgados y ejecutados durante el período entre 1450 y 1750. En Occidente actualmente la magia está experimentando un renacer y más y más personas están investigando y practicando tradiciones alternativas como druidismo, formas de chamanismo, hermetismo y magia de caos, como maneras de dar significado y expresión a sus vidas espirituales.
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